Por qué John Lennon ‘sabía’ que el Gobierno de EE.UU. iba ‘tras él’ en 1972: ‘Esto iba en serio’

Por qué John Lennon ‘sabía’ que el Gobierno de EE.UU. iba ‘tras él’ en 1972: ‘Esto iba en serio’

En la década de 1970, John Lennon vivía en un estado constante de preocupación y paranoia, convencido de que el gobierno de Estados Unidos lo tenía en el punto de mira. Sus temores no eran infundados, ya que la administración Nixon intentó deportar al emblemático Beatle. Lennon tuvo que librar una larga batalla legal para garantizar su derecho a permanecer en el país. En 1972, se dio cuenta de la gravedad de la situación, con pruebas que sugerían que estaba bajo vigilancia y que sus conversaciones telefónicas estaban siendo controladas.

La vigilancia gubernamental y el activismo de Lennon

John Lennon y su esposa Yoko Ono estaban muy implicados en el movimiento antibelicista y se convirtieron en voces destacadas contra la guerra de Vietnam. Su activismo e influencia suscitaron preocupación en la administración Nixon, sobre todo por la capacidad de Lennon para movilizar e inspirar a la juventud. Como resultado, el gobierno se interesó por las actividades de Lennon y trató de deportarlo.
El autor Jon Wiener, en el libro “Lennon: The Definitive Biography” de Ray Coleman, cita a Lennon diciendo: “En la primavera de 1972, John Lennon supo que iban tras él. Demasiada gente había venido a arreglar el teléfono. Con demasiada frecuencia, los coches que estaban aparcados frente a su apartamento de Greenwich Village arrancaban cuando salía de casa y, obviamente, le hacían sombra.”
Lennon había planeado embarcarse en una gira de conciertos en el verano de 1972, con el objetivo de movilizar a la juventud estadounidense contra la guerra de Vietnam y la administración de Nixon.

La amenaza constante de la vigilancia

La constatación de que estaba sometido a una vigilancia constante puso a Lennon nervioso. Describió sentirse seguido a todas partes por agentes del gobierno y encontrar ruidos extraños en sus llamadas telefónicas, lo que indicaba que sus conversaciones estaban siendo intervenidas. La situación se volvió cada vez más grave y llevó a Lennon a creer que el gobierno le acosaba activamente.
La paranoia se apoderó de Lennon cuando se dio cuenta de que los agentes le seguían abiertamente, incluso plantándose delante de su casa o siguiéndole en coche. Sentía que el gobierno quería que fuera consciente de su presencia y del hecho de que le seguían.

La carga financiera del acoso gubernamental

La preocupación de Lennon por abandonar Estados Unidos provenía del temor a que no le permitieran volver a entrar. En consecuencia, optó por permanecer en el país, soportando la carga financiera de pagar impuestos y gastos de manutención.
En una entrevista con Rolling Stone en 1975, Lennon expresó su frustración diciendo: “Ganaré lo suficiente para seguir pagándolos. Realmente me están chantajeando. Estoy pagando para quedarme. Pagar requiere, por un lado, alrededor de medio millón de dólares, y apenas he trabajado muy duro para eso. Quiero decir, eso es con sentarme sobre mi culo, y he pagado medio millón en impuestos. Así que les estoy pagando para que me ataquen y me mantengan ocupado y me acosen, por un lado, mientras que por otro, tengo que pagar a mis propios abogados.”

Poderosos aliados y victoria legal

A pesar de estar en el punto de mira del gobierno federal, Lennon encontró el apoyo de influyentes aliados. El alcalde de Nueva York, John Lindsay, apoyó a Lennon, subrayando que no se debía mostrar la puerta a un artista importante.
Lennon también recibió ayuda del abogado Steve Martindale, que organizó una cena con personalidades de alto nivel como Henry Kissinger y el senador Alan Cranston. Su influencia contribuyó a suavizar la postura del gobierno.
Al final, Lennon salió victorioso cuando un juez federal falló a su favor, permitiéndole permanecer en Estados Unidos.

Conclusión

La creencia de John Lennon de que el gobierno estadounidense le tenía en el punto de mira en 1972 no era mera paranoia. Su activismo, su influencia y sus planes para una gira de conciertos contra la guerra de Vietnam y el gobierno de Nixon llamaron la atención del gobierno de Nixon. La vigilancia y el acoso constantes dejaron a Lennon al borde del abismo, pero con el apoyo de poderosos aliados y una victoria legal, consiguió asegurar su derecho a permanecer en el país.
La batalla de Lennon contra la interferencia del gobierno sirve para recordar los retos a los que se enfrentan los artistas y activistas que se atreven a desafiar el statu quo. Su historia es un testimonio de la importancia de luchar por las propias convicciones y del poder de la solidaridad para superar la adversidad.

Preguntas y respuestas

¿Por qué John Lennon creía que el gobierno estadounidense le tenía en su punto de mira?

John Lennon creía que el gobierno estadounidense lo tenía en el punto de mira por su participación en el movimiento antibelicista y sus planes de manifestarse contra la guerra de Vietnam. La administración Nixon se preocupó por la influencia de Lennon en la juventud y trató de deportarlo.

¿Qué pruebas tenía Lennon de la vigilancia del gobierno?

Lennon se dio cuenta de que había gente que arreglaba su teléfono, coches aparcados fuera de su apartamento que se ponían en marcha cuando salía y personas que le seguían abiertamente. También experimentó ruidos extraños en sus llamadas telefónicas, lo que indicaba que sus conversaciones estaban siendo intervenidas. Estos incidentes llevaron a Lennon a creer que estaba bajo vigilancia constante.

¿Por qué quería la administración Nixon deportar a Lennon?

La administración Nixon quería deportar a Lennon por su activismo contra la guerra de Vietnam y su capacidad para movilizar e inspirar a la juventud. Consideraban a Lennon una amenaza e intentaron silenciar su mensaje antibelicista.

¿Cómo sobrellevó Lennon la amenaza constante de la vigilancia?

La vigilancia constante dejaba a Lennon nervioso y paranoico. Describió sentirse seguido a todas partes por agentes del gobierno. A pesar del miedo, Lennon decidió permanecer en Estados Unidos, soportando la carga financiera que suponía el pago de impuestos y los gastos de manutención.

¿Recibió Lennon algún tipo de apoyo durante su lucha contra el gobierno?



Sí, Lennon encontró el apoyo de aliados influyentes. El alcalde de Nueva York, John Lindsay, estuvo a su lado y subrayó que un artista importante no debía ser deportado. Además, el abogado Steve Martindale organizó una cena con personalidades como Henry Kissinger y el senador Alan Cranston, que contribuyeron a suavizar la postura del gobierno.

¿Cómo ganó finalmente Lennon su batalla legal contra la deportación?

Lennon salió victorioso cuando un juez federal falló a su favor, permitiéndole permanecer en Estados Unidos. El apoyo de poderosos aliados, junto con los esfuerzos legales y la concienciación pública sobre su caso, contribuyeron al resultado positivo.

¿Qué nos enseña la historia de Lennon sobre el activismo y la defensa de las convicciones?

La historia de Lennon pone de relieve los retos a los que se enfrentan los artistas y activistas que desafían el statu quo. Demuestra la importancia de luchar por las propias convicciones y el poder de la solidaridad para superar la adversidad. La perseverancia de Lennon sirve de inspiración a quienes se atreven a alzar la voz contra la injusticia.